posicionamiento

 De la manera que querer ser diferente es un tópico, la sociedad, llena de gente diferente, tiene como motor fundamental la persecución ciega e individualizada de la felicidad propia de cada una de las personas que componen esta ¨gente¨, todas estas búsquedas podrán tener diferentes fachadas, pero siempre los mismos métodos y estructuras, que se ajustan a lo físico y natural tanto como cualquier edificio proyectado. Sin dar lugar si quiera a la opinión o a la crítica, la sociedad es un motor que funciona ¨veinticuatro siete¨ y al que estamos supeditados en términos globales. De hecho la sociedad no es sino la prueba de que esta coincidencia se produce, oferta y demanda se van complementando, el desarrollo se dosifica según materias y zonas, y la desigualdad se ignora por inercia. Cada cierto tiempo, sucede algo rompedor, incluso cada día podemos señalar hechos propiamente históricos, así como es común esperar un cambio real y profundo. Esto sucede en cada generación, de forma que al igual que un arquitecto busca soluciones nuevas en cada edificio que proyecta y esto le permite llegar al siguiente y al siguiente, las generaciones se van encontrando con problemas globales a los que van haciendo frente en cada momento histórico y es aquí donde el concepto de sociedad toma forma real y deja de ser una palabra vana, sobre explotada y adormecedora, en estos momentos, la personalidad de la sociedad sale a flote y su análisis es completamente distinto, florece la humanidad de su comportamiento.